El arrendamiento puro es un tipo de contrato de arrendamiento en el que el arrendador (dueño del bien) se compromete a poner a disposición del arrendatario (usuario del bien) un activo durante un período determinado a cambio de un pago periódico.
Para las empresas agrícolas, el arrendamiento puro puede ser una herramienta financiera muy útil. En particular, puede ayudar a las empresas agrícolas a:
Acceder a activos costosos: Los equipos y maquinarias agrícolas pueden ser muy costosos y, a menudo, las empresas agrícolas no pueden permitirse comprarlos de inmediato. El arrendamiento puro permite a estas empresas acceder a estos activos sin incurrir en costos de capital significativos.
Ahorrar en costos de mantenimiento: El arrendador generalmente es responsable de los costos de mantenimiento y reparación del activo, lo que puede reducir los costos operativos para la empresa arrendataria.
Flexibilidad para renovar o actualizar equipos: Al finalizar el contrato, la empresa arrendataria puede devolver el activo, renovar el contrato de arrendamiento o actualizar el equipo. Esto le brinda una mayor flexibilidad para adaptarse a los cambios en el mercado o en sus necesidades operativas.
Reducción del riesgo de obsolescencia: En un entorno tecnológico en constante evolución, la compra de equipos puede generar el riesgo de que estos se vuelvan obsoletos rápidamente. Con el arrendamiento puro, la empresa arrendataria puede optar por actualizar los equipos al final del contrato, reduciendo el riesgo de quedarse con activos obsoletos y poco rentables.
En resumen, el arrendamiento puro es una opción financiera atractiva para las empresas agrícolas porque les permite acceder a activos costosos sin incurrir en grandes costos de capital. También les brinda flexibilidad para adaptarse a las necesidades operativas y reducir el riesgo de obsolescencia de los equipos.